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Economista Rafael Aldunate: Reforma Tributaria “ciertamente afectará el crecimiento por cuanto en un quinquenio se doblarán los impuestos a las empresas, de 17% a 35%”.

Publicado el 26/06/2014

Por Rafael Aldunate Valdés

1 Su objetivo e instrumentalización están focalizados prioritariamente en la recaudación tributaria. No tiene sus respectivos equilibrios y contrapesos como corresponde a todo sistema y política económica. Por esencia desnaturalizada.

Es un alza transversal y horizontal de 14 impuestos. No prioriza el crecimiento económico, el mayor recaudador natural. US$ 600 millones por un 1% del PIB. No es cierto que afecte al 1% de los contribuyentes y al 5% de las empresas. Afecta a 8 millones de futuros pensionados. Duplica el Impuesto al Timbre que bordea 3 millones de afectados en sus transacciones financieras, hipotecarias y de consumo. Limita el acceso a la casa propia a 5 millones de familias, de una u otra forma, mayormente por no exención del IVA e incorporación de este a casas nuevas, tratando la adquisición de casas, principal ahorro de largo plazo de un trabajador, ahora con tratamiento como un bien de consumo cualquiera, con aislados precedentes en el mundo. Y una constelación de impuestos específicos periféricos: arbitrarios y discriminatorios a productos de consumo bastante masivos, con argumentos particularmente débiles, demostrados por los expertos uno a uno.

3 Una consigna de constatable verificación. Se sostiene que estaba todo en el Programa Presidencial. Bien sabemos que el tema impuestos es árido, complejo y de réplicas no menores. Igualmente, somos todos testigos de que la candidata Bachelet fue elegida por sus atributos más personales y que fue particularmente cauta y mayormente silenciosa en su campaña. Dada su ventaja electoral, privilegió lógicamente no mover las aguas. Hoy esta reforma tiene un rechazo mayor a su aprobación (39%, Cadem) de la ciudadanía, mayormente integrada cualitativamente por una clase media pujante, que son los que emprenden, compiten, toman riesgos y generan tanto las inversiones como los empleos.

4 Ciertamente afectará el crecimiento por cuanto en un quinquenio se doblarán los impuestos a las empresas, de 17% a 35%, afectando directamente a la competitividad. El financiamiento propio se reducirá por cuanto los flujos irán en mayor proporción al Estado. Y obligará indiscutiblemente a un mayor endeudamiento, afectando el mapa de riesgo de las empresas, con varios proyectos que no flotarán, en un entorno mundial cada día más desafiante por una economía global con más imponderables, difíciles de predecir y mitigar.

Se están cruzando demasiadas variables antiproyectos que se evidencia con una alicaída y progresiva desinversión. Cuatro proyectos de ley de naturaleza tanto económica como más política (Laboral-Constitucional- Electoral-Educacional). Sumarle la extrema judicialización, sensibilidad medioambiental, exigente exacerbación de fiscalización de poderosas superintendencias sectoriales, todo ello afecta decididamente la puesta en marcha de variados proyectos: sólo en la minería, sus expertos sostienen que proyectos que se aprobaban en 3 años, ahora con dificultad lo hacen en 6 años. Todo esto tiene un costo financiero altísimo.

No se está promoviendo y dando la ecuación básica que nos enseñaron tanto en la academia como en el mundo real: Ahorro = Inversión. Que con sus puntuales elusiones y evasiones, en lo sustancial el FUT promovía que el 66% de las utilidades se reinvirtieran. Además, el proyecto elimina significativos instrumentos de ahorro como el 14 bis, el 14 quáter y el 57 bis; es decir, un verdadero desmantelamiento. Sumado que la extracción de US$ 8.200 millones le resta recursos y espacios al sector privado que es un mejor generador de riquezas versus el historial del estatismo que tiene un más que dudoso historial de eficiencia, con amplias lagunas de costo de administración (cuoteo político que lo estamos reviviendo en las empresas públicas con un desparpajo mayor) que en la práctica es una arista o cara de la corrupción. La peor focalización de los 34 países OCDE.

Colombia anuncia una baja de sus impuestos corporativos a 25%, segunda disminución sucesiva. Allí están yendo muchos de nuestros capitales, por cuanto con la globalización hay unos vasos comunicantes naturales.
En la OCDE ha sido una constante ir bajando sus impuestos, pese a la onerosa sociedad del bienestar. 32 de 34 países han bajado sus impuestos en algo más de una década. Excepto Hungría y Chile; más aún, el nuestro incrementándolo. A más altos impuestos se estimula la evasión y elusión y se pierde la oportunidad de que más empresas nazcan, se desarrollen y se expandan, y con ello el Estado tiene más acceso a tributos directos e indirectos, sin alterar los equilibrios económicos.
Hipotecado el crecimiento, la fuente más natural y armoniosa de recaudación tributaria. Instaurada la incertidumbre entre los generadores de riqueza, ver encuestas. Rompiendo un sistema tributario, más allá de un modelo neoliberal, se quiebra el fruto de una historia de acuerdos construido por décadas… en torno de la valorización del pragmatismo y del pluralismo, nada muy proactivo y sinérgico se puede esperar de esta reforma. Y en un país que con su actual sistema —perfectible— ha triplicado su renta per cápita en las últimas tres décadas, ha disminuido la pobreza de 46% a 12% y que está entre los 7 países de la OCDE que más han logrado disminuir su coeficiente Gini en los últimos 7 años, consciente de su aún alta desigualdad relativa.

Economista Luis Felipe Lagos: Podemos tener serios problemas en el crecimiento de tendencia. Cayendo el crecimiento, la intención de generar una distribución del ingreso más igualitaria va a ser un tremendo fracaso

Diario Estrategia, 19 de Marzo de 2014

¿Cómo evalúa las prioridades que ha establecido este gobierno, en particular en materia tributaria?

Esta rapidez por despachar la reforma tributaria puede tener aspectos positivos, pero también algunas complicaciones. En esta y en las reformas educacional y constitucional lo planteado es muy ambiguo. Eso tiende a postergar inversión y a tener efecto sobre el desempeño económico. La pronta discusión de la reforma tributaria podría tener un aspecto positivo en despejar incertidumbre. Si la reforma no es buena, obviamente puede tener efectos más perdurables sobre la actividad económica. Y al mismo tiempo, apresurarla mucho quizás no da la posibilidad para una discusión minuciosa, consultando a los distintos sectores.

¿Se ha tomado en cuenta a los distintos sectores?

Tengo entendido que sí hay disposición a ello, pero ojalá que no caigamos en una suerte de saludo, es decir, que la conversación sirva para levantar distintos puntos, hacer ver las consecuencias, y lo complicado que podría ser la implementación.

¿Es o no necesario equilibrar la cancha en materia tributaria?

El sistema chileno tiene un mecanismo de incentivo muy bueno y eficaz y a la vez eficiente para incentivar el ahorro, donde las empresas tributan por el total de utilidades devengadas, conocido como el FUT. Pero las personas no tienen vehículos de ahorro similar, sino más limitados, como el APV o el 57 bis. Eso nos lleva a pensar que quizás no hay que destruir este mecanismo tan eficiente para fomentar el ahorro, sino que expandirlo también a las personas. Hacer una reforma tributaria como la que conocemos, puede que tenga muy buenas intenciones, pero al final puede no lograr los resultados que uno busca, que es cambiar el problema de distribución del ingreso de la economía chilena.

Considerando la experiencia internacional, ¿cuál sería, entonces, una buena fórmula?

En la experiencia internacional hay distintos regímenes tributarios y algunos son bastante complejos, y uno debería moverse hacia sistemas más simples. En la experiencia internacional no existe una formula como la que se está proponiendo hoy y esto tiene una serie de problemas, como el del financiamiento para las pequeñas compañías y un problema de liquidez que puede alcanzar también a pequeños accionistas. A nivel macro lo más importante es que si se cambia el sistema, en el fondo se está generando un problema en cuanto ahorro e inversión en la economía. No se debería castigar el ahorro. Se deberían corregir los malos usos del FUT, pero mantener este sistema de incentivo al ahorro.

¿Cuánto de ese ahorro va inversión, realmente?

Si uno toma una empresa individual puede que el dueño no retire utilidades y las reinvierta en ampliar su planta o en comprar un activo financiero. Ese ahorro está siendo canalizado por el mercado de capitales y hay otra empresa que lo está usando como inversión. En el agregado, deriva en más posibilidades de financiar inversión.

¿Qué hay del mal uso del FUT?

Es cierto que puede tener mal uso. Hay mecanismos que los tributaristas conocen bien y que han identificado. Por ejemplo, el caso en que este dinero se invierte afuera y después se devuelve no reconociendo que es un retiro y se consume sin haberse pagado el impuesto.

¿Qué solución existe a ello?

Podría ser parte del consenso que la inversión se haga sólo en la empresa, porque hoy parece que se hace en otras empresas. Hay temas que se pueden conversar al respecto. No hay por qué eliminar un sistema que ha mostrado ser muy eficiente porque hay ciertas prácticas que no gustan. Otro argumento que se usa es que este mecanismo fue recomendable en otra época, pero que ahora no hay necesidad. Ese argumento integra una falacia porque uno siempre tiene la necesidad de mantener el crecimiento. Cualquier intención de generar una distribución del ingreso más igualitaria va a ser un tremendo fracaso si se nos cae el crecimiento. Además, tenemos que reconocer que mucho del avance de productividad, donde la economía chilena no ha sido muy exitosa en el último tiempo, puede ir atado a la acumulación de capital y por lo tanto tenemos que mantener un ángulo razonable al respecto. En tercer lugar, las pequeñas empresas así como en los 80, también enfrentan problemas de acceso al mercado de capitales, porque no tienen historia y es bueno para ellas este sistema, que permite que el innovador se financie por sus propias utilidades. Si generamos una reforma muy dañina hacia la inversión, podemos tener serios problemas en el crecimiento de tendencia.

Economista Francisco Klapp: La inversión se financia con ahorro. Alza de Impuestos en vez fomentar el ahorro privado, busca castigarlo

 La Tercera, 12 de Enero de 2014

El camino ha sido exitoso: en los últimos 25 años, mientras el mundo y América Latina crecían al 3,5% y 3,1%, respectivamente, Chile logró crecer al 5,5%. Más importante aún, esto se ha reflejado en que, de acuerdo al Banco Mundial, seamos el país con mayor movilidad social ascendente de América Latina y, de acuerdo a estadísticas de CEPAL, en sólo 22 años nuestro país ha reducido la pobreza desde un 45% a un 10%.

Sin duda Chile ha cambiado, pero sigue siendo cierto que el crecimiento económico es la mejor política para alcanzar el desarrollo, el que -como nos recuerda la experiencia de países vecinos- jamás debe darse por sentado. Lo anterior exige naturalmente un vasto esfuerzo de inversión, fuente de trabajo y productividad: no se debe olvidar que otros países, con un nivel de desarrollo similar al que Chile presenta hoy, como Singapur, Corea e Irlanda, crecieron rápido invirtiendo en torno al 30% de su PIB. Ahora, si bien la inversión en Chile ha crecido, ésta sólo alcanza el 24% del PIB, por encima del promedio de los últimos 15 años, pero aún insuficiente y lejana a la meta del 28% del producto, compatible con mantener una tasa de crecimiento potencial en torno al 5%, que nos permita alcanzar un producto per cápita similar al de Portugal en 2018, uno de los países más pobres del mundo desarrollado.

Al considerar la inversión que el país requiere, no se puede dejar de lado a su contraparte, el ahorro. Una de las identidades macroeconómicas fundamentales es absolutamente clara: la inversión se financia con ahorro, sea este nacional o extranjero, privado o gubernamental. Luego, como esta identidad debe cumplirse en todo momento, resulta evidente que el nivel de ahorro nacional actual es insuficiente si se desea mantener e incluso aumentar la tasa de inversión. Especialmente, cuando la experiencia nos ha enseñado lo riesgoso de aumentar la ya alta dependencia del ahorro externo que llega al país.

Lamentablemente, la reforma de la Nueva Mayoría puede traducirse en un retroceso. En vez fomentar el ahorro privado, ya sea en los hogares o las empresas, se busca castigarlo, moviendo progresivamente al sistema impositivo de una base mixta gasto-ingreso, a un impuesto prácticamente puro al ingreso. En concreto, además de aumentarse el impuesto de primera categoría de un 20% a un 25%, se pretende cambiar completamente la base sobre la que los dueños y socios de las empresas pagan sus impuestos personales, pasando del actual cobro al momento del retiro de las utilidades (o pago de dividendos), a cobrarse cada vez que se genera el derecho sobre utilidades al interior de la empresa. De esta forma, independiente del flujo que reciba el inversionista, éste deberá pagar la totalidad de sus impuestos personales sobre el porcentaje de ganancias sobre las cuales eventualmente –pero no necesariamente- podrá acceder.

Este cambio –erradamente- no distingue entre el ahorro y la reinversión que se realiza al interior de la empresa –hoy registrados en el FUT- de aquellas utilidades que efectivamente son retiradas por los dueños para su consumo. Este desincentivo al ahorro y la inversión al interior de las empresas,  pretende ser compensado con un mecanismo de depreciación instantánea, el cual constituye una compensación parcial e imperfecta sesgada  en favor de las empresas intensivas en capital físico sujeto de depreciación.

Fernando Barros, experto tributario: «El FUT es lo que hizo que la pobreza en Chile bajara del 40% al 10%»

La Segunda. Viernes, 21 de junio de 2013

Una reforma basada en mitos, elaborada por técnicos y a la que le falta calle, que contiene varios defectos graves y que sin duda afectará la inversión… Son algunos de los calificativos con los que el abogado Fernando Barros describió la propuesta de reforma tributaria presentada ayer por la candidata Michelle Bachelet, que plantea -entre otras medidas- subir el impuesto que pagan las empresas de 20% a 25% y la eliminación del FUT en un plazo de cuatro años.

Como socio de uno de los estudios más importantes del país -Barros y Errázuriz-, Fernando Barros conoce como pocos en qué está pensando el mundo empresarial frente a esta reforma; y como especialista tributario, tiene una posición clara respecto de cada uno de sus capítulos.

«Lo más peligroso es la inseguridad que se genera… porque tres reformas tributarias en cinco años, es mucho», dice el abogado. Y continúa: «Al mundo empresarial le llama la atención cómo un sector político social del país, que por una parte llama a tener una relación sustentable y amistosa con la naturaleza, que llama a una relación respetuosa con las minorías, que llama a una relación de mucha consideración con los pueblos originarios, por otro lado, no tiene una visión sustentable de largo plazo en su relación con el empresariado. (…) Hoy, el mundo político insiste en darle duro al empresariado, estigmatizarlo, asociarlo al abuso».

-¿Ud. cree que esta reforma tributaria se enmarca en ese discurso?

-En este mundo, o avanzas con ideas, desafíos, cosas positivas, o avanzas atacando. Hoy se ataca el modelo, los empresarios, el lucro, la banca, todo, sin ningún grado de tolerancia o entendimiento de la importancia que tiene para el país. Es un agente tan importante como los pueblos originarios, las minorías, la naturaleza, todos elementos presentes en la sociedad, pero que está siendo agredido. En estas cinco páginas (el documento de propuesta de Bachelet) se habla de reforma tributaria, pero la palabra eficiencia, el mejor uso de los recursos, no se menciona. Yo capto del mundo empresarial una sensación de cansancio. En los últimos años, emprender en este país se ha hecho cada vez más difícil.

-¿Y esta reforma lo hace aún más complejo?

-Agrega una cuota. En economía no hay knockout , son pocas las veces que la autoridad destruye a una empresa. Pero sí colapsan por la repetición de trámites, burocracia, persecuciones, multas. Las paciencias se agotan. Cuando uno ve la legislación ambiental o sobre relación con los pueblos originarios, se estructuran sobre la base de los consensos. ¿Por qué esa misma filosofía no se aplica a las políticas tributarias?, ¿por qué no negociamos, como se hace en Suiza y otros países, acuerdos de largo plazo? Esta reforma, independientemente de sus puntos, porque tiene varios defectos graves, es otro elemento más de desgaste y no da certezas.

-¿No siente que eso es culpa del gobierno de Piñera que abrió la puerta en el tema tributario realizando dos reformas?

-Puedo tener una opinión sobre si era necesaria una reforma tributaria para financiar la reconstrucción tras el terremoto, pero el sector empresarial entendió que ciertas normas que se aprobaron en carácter de transitorias quedaron en carácter de definitivas, para asegurarle al gobierno siguiente un nivel de recaudación más alto. Hoy se está poniendo la carreta delante de los bueyes. Primero hay una definición de recursos, cuando todavía no está claro cuál es el programa en materia educacional.

«Hay gente que anda en Lexus los fin de semana, y ese auto pertenece a una sociedad»

-Partiendo de lo general, ¿qué le parece el cambio de pasar de pagar impuestos sobre la base de las utilidades que los socios retiran, a pagar por todas las ganancias?

-Parodiando al Quijote, aquí se lucha contra molinos de viento, contra un mito. El FUT se presenta como la historieta del rico Mac Pato, que tenía una bóveda llena de monedas donde se tiraba un piquero. Eso no es así. El FUT son plantas industriales, máquinas, grúas, empleos, el FUT es lo que hizo que la pobreza en Chile bajara del 40% al 10%.

Y, entonces, dicen: ‘es que se abusa’. Sí, se abusa, hay gente que anda en Lexus los fin de semana, cuando ese auto pertenece a una sociedad, y por lo tanto, es parte del FUT. Hay gente que carga los gastos del supermercado a una sociedad, pero para eso está la fiscalización, no es necesario cambiar el sistema tributario por casos puntuales.

El impuesto que pagan las empresas es un anticipo para que el fisco viva, pero lo que realmente está afecto a impuesto en Chile es el consumo; es decir, los recursos que pasaron por el mundo productivo y de ahí se fueron al extranjero, o a las personas. Mientras tanto, el FUT es un registro de lo que yo no le repartí a mis socios, sino que lo volví a meter al aparato productivo y compré máquinas, hice plantas. Eso es el FUT.

-¿Qué impacto generaría su eliminación?

-Hablemos del cambio al sistema de tributación, donde las empresas van a pagar un impuesto por el total de sus utilidades, con prescindencia de que esa utilidad se reinvierta o salga (de la empresa). ¿Qué es lo que va a ocurrir? Hasta el año 84 funcionaba así, y las empresas no tenían recursos. Primero, las Anónimas pagaban un impuesto que se llamaba tasa adicional del 40%, y repartían el dividendo con impuesto pagado. Y segundo, en las sociedades de personas se presumía retirado el 100% de la utilidad, una utilidad teórica, contable, quedaba afecta a los impuestos personales del socio que llegaba en esa época al 50% del global complementario. Por lo tanto, el socio, que tenía que pagar por una utilidad que no había visto, golpeaba la puerta de la empresa y decía: entréguenme mi utilidad, no la invierta, tengo que pagar impuestos.

Hoy, en cambio, la existencia de un impuesto que se devenga contra el consumo es un incentivo al ahorro, porque la gente dice: este retiro me cuesta 40%, mientras que si permanece en la empresa, se reinvierte.

¿Qué es lo que va a ocurrir? A partir del 2018, o no sé qué año, una sociedad que obtuvo 100 de utilidades, va a pagar 25 de impuestos, pero esos 100, acaso tiene dos socios, se presume que cada uno recibió 50 y van a tener que tributar por los 50; por lo tanto, le van a pedir a la sociedad que les entregue la plata, porque tienen que ir y pagar los impuestos. Eso va a tener un efecto en la inversión.

-Y el establecimiento de la depreciación instantánea, ¿no compensa esa situación incentivando la inversión?

-Es decir, cambiemos todo para que todo quede igual. Hoy hay una depreciación normal y otra acelerada, se discutió ampliar la depreciación acelerada y la Concertación se opuso. Hoy, la Concertación, que se opuso a la depreciación acelerada que permitía reducir a un tercio la vida útil de un bien, ahora quiere la depreciación instantánea.

El documento dice que el sistema (del FUT) era lógico cuando había restricciones de financiamiento. Eso denota mucho mundo académico y poca experiencia empresarial, poca calle. Hay un indicador muy claro, que es la relación deuda-capital que tiene una empresa. Y el FUT es parte del patrimonio, del capital de una empresa. A los bancos, nacionales y extranjeros, no les gustan deudores que tengan una relación muy baja de capital. Y hay dos alternativas: o la empresa deja de crecer al ritmo que lo venía haciendo o se endeuda más. El proyecto dice que hoy no cuesta endeudarse, pero tiene un límite, porque hay una relación entre capital y deuda. Habrá una menor capacidad de inversión.

-¿Y la depreciación instantánea no compensa esto?

-No, porque depende de la inversión. ¿Y con qué voy a invertir?. En Chile hay ahorro y ese está en las empresas, pueden ser sociedades de inversión, pero esa es plata que está ahorrada, está en depósitos a plazo, en bonos, y eso a su vez es financiamiento para pymes, para la economía. Si eso lo elimino, no hay ningún estímulo para ahorrar el dividendo, porque las platas van a llegar a la persona, y haga lo que haga va a pagar el global complementario. Lo otro es para la empresa, pero no sé establecer los órdenes de magnitud. La medida es positiva, pero dentro de un contexto que no sé qué efecto produce.

PYMES: «Van a pagar más impuestos»

– También se proponen medidas para disminuir la evasión y la elusión, ¿qué le parecen?

-De las cuatro medidas como área, y luego las seis medidas específicas, ocho ya están en aplicación. El SII ha ido aumentando su eficiencia, nivel tecnológico, su dotación de personal, estamos en la factura electrónica. Decir que se ha estancado el proceso de modernización es una falta de respeto hacia el personal del Servicio.

Además, dice que la elusión ha crecido mucho, especialmente en el IVA a niveles superiores al 20% y antes era el 10%. Eso es falso, porque del 2003 al 2007 la elusión estaba en 11%, nunca bajo del 10%, y del 2008 al 2011, bajo el gobierno de la candidata Bachelet, subió al 15%.

-La candidata ha dicho que esta reforma no va a impactar a las pymes ¿a ud. le da esa impresión?

-Hay algunas medidas que aparecen como positivas. Pero hay una medida que, de nuevo, está hecha en un mundo académico y que no tiene calle, que es la que dice que para ayudar a las pymes y defenderlas de los malos pagadores de las cuales son proveedoras, se va a cambiar el sujeto retenedor del impuesto. Al pequeño empresario que le retienen el IVA se enfrenta a una pesadilla. Es una medida que va a perjudicar más que beneficiar.

-Cuando la candidata dijo que estas medidas no perjudicarían a las pymes, muchos entendieron habría una tasa diferenciada de impuesto.

-No, eso es impracticable. Van a pagar más impuesto, porque no se ha hablado de tasas diferenciadas, y no solo eso, se les va a eliminar la posibilidad de ahorro, porque los pagos finales de impuestos para los empresarios se aplican de acuerdo a la tasa de las personas. Quiere decir, también, que van a tributar sobre la base de renta devengada. ¡Pero si la pyme no tiene renta, es una inversión permanente! Asumir que retiraron la totalidad de la renta obtenida es reducir a cero su inversión.

-¿Qué le parece que se graven todas las transacciones entre constructoras e inmobiliarias?

-De nuevo, persiguiendo fantasmas, porque están pensando que la constructora le traspase a la inmobiliaria en una etapa previa y luego la inmobiliaria comercializa. Es ridículo. La inmobiliaria puede comprar el terreno y mandar a construir el edificio. Hoy, por una razón de ordenamiento, compra la constructora, ejecuta, y se la pasa a la inmobiliaria para la siguiente etapa. Son negocios distintos. Entonces, empezar a tasar la rentabilidad que debe tener la construcción vs. la rentabilidad que le corresponde al desarrollo inmobiliario, es no entender el negocio.

Economista y ex Ministro Juan Andrés Fontaine acerca del término del FUT propuesto por Bachelet: Alza de impuestos a empresas en realidad llegará a 35%

DF. Jueves 20 de junio de 2013

Juan Andrés Fontaine, asesor económico de la campaña del candidato RN, Andrés Allamand, criticó nuevamente la propuesta tributaria de Michelle Bachelet, asegurando que, en la práctica, el alza del impuesto a las empresas llegará a 35% y no a 25%.

«Provocaría graves trastornos en el funcionamiento de la economía, afectando el crecimiento», aseguró el ex ministro de Economía.

En esa línea, el economista dijo que también se trata de un «Transantiago tributario», un término que, según dijo, lo acuñó también Joaquín Lavín.

«¿Por qué pensamos que esto sería una suerte de Transantiago? La propuesta, específicamente, lo que hace es subir los impuestos que pagan las grandes empresas, las medianas empresas, las pymes, los nuevos emprendedores. Los eleva del 20% actual, sobre las ganancias, no hasta el 25% como nos informó días atrás en televisión, si no que en los hechos, eleva los impuestos al 35%», dijo Fontaine.

El economista agregó que «esto es la tasa que va a afectar, de acuerdo a esta propuesta, las ganancias que hagan los distintos emprendedores y empresarios, es el 35% de esas ganancias, ya sea que ellos retiren o no recursos, esas ganancias de la empresa».

En esa línea, Fontaine explicó que este análisis «es lo que se denomina el término del FUT» o Fondo de Utilidades Tributables.

«Esa es una forma contable de expresar lo que estoy planteando, que las ganancias que hagan los emprendedores pasan a pagar un 35% de impuestos, sean ellas retiradas o no», dijo enfáticamente.

Finalmente, el ex Ministro de Economía, Fomento y Turismo aseguró que como comando de Andrés Allamand consideran que «lo correcto para Chile hoy es seguir creciendo, seguir aumentando la capacidad productiva del país», pues por esa vía se consiguen los recursos.

Ex Ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine: «Más impuestos a las empresas es ir en contra de la necesidad económica fundamental de hoy.

Diario Financiero. Lunes 22 de Abril de 2013

El ex ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, destacó por ser uno de los presentadores más críticos del libro que lanzó el Centro de Estudios Públicos (CEP) y Cieplan “Tributación para el Desarrollo: Estudios para la reforma del sistema chileno”. Según el economista, la propuesta tributaria de Vittorio Corbo y José Pablo Arellano -que es la que ocupa gran parte de las páginas del texto- dejaría a “945.000 damnificados”.

La principal crítica que hizo Fontaine a la iniciativa se enfocó en una serie de alzas tributarias a las empresas, ya que, a su juicio, esto representa precisamente lo contrario a lo que hoy necesita la economía local.

“Creo que es clave aumentar la inversión del 25% a algo así como un 30% y ello requiere un ahorro. El ahorro externo ya está al límite y sobre el ahorro fiscal hay una discusión sobre si se puede aumentar en un 1% del PIB, por lo que igual no da abasto. Hay que aumentar en 4% el ahorro privado y dos tercios de eso lo hacen las empresas. Entonces, plantear como gran propuesta hoy en Chile más impuestos al capital, más impuestos a las empresas, creo que es ir en contra de lo que es la necesidad económica fundamental hoy”, plantea Fontaine.

Análisis al IVA


Respecto al análisis de las exenciones del IVA en el caso de las viviendas, Fontaine asegura que el argumento que se hace en el libro es que todas las viviendas deberían pagar un 19%, haciendo una corrección a los subsidios de vivienda, algo que “a mí me parece muy discutible desde el punto de vista económico”.

“El consumo de vivienda por así decirlo, es el uso mensual que se hace, el resto del valor de la vivienda es una inversión, un ahorro. Cuando se hace la fórmula que existe en Chile para las viviendas de más de 
UF 4.500 -que está propuesto en el libro bajar ese límite a UF2.000- obliga al comprador a pagar por adelantado por ese consumo y ese pago por adelantado, podría financiarse por el mercado de capitales, pero no hay una buena garantía contra eso, porque una vez que yo vendo la casa ya no se paga IVA, ahí se pierde esa diferencia. Eso hace que el sistema resulte muy oneroso de la manera que está propuesto. A mí no me parece que esta sea una buena idea, hay en todo caso 45.000 familias al año que están comprando este tipo de viviendas y creo que no estarán contentas con la propuesta Corbo-Arellano”, aseguró.

En la misma línea, el economista comentó la propuesta de cobrar IVA al transporte aéreo y terrestre, o sea las micros, y también a educación y salud. “Ahí hay todo un largo análisis de varias exenciones y en general, todas estas estimaciones de cuanto rinden, no hacen ninguna alusión a que si uno saca esa regla o ese beneficio cambian el comportamiento. O sea, suponen cero elasticidad y naturalmente, muchos de esos tratamientos son para obtener determinados comportamientos”, afirmó.

En esa línea, destacó que cuando fue ministro de Economía, “empujé fuertemente un tratamiento tributario especial para la inversión en investigación y desarrollo de las empresas”. Pero “si el día de mañana alguien sostiene que ese es un tipo de franquicia que hay que eliminar, obviamente, al bajar la franquicia va a bajar la inversión en investigación y desarrollo”.

Con lo que si mostró coincidencias el ex titular de Economía, fue con la idea de revisar la forma como se tratan las exportaciones de servicios y, por ende, el IVA que se le cobra. “Hoy está totalmente excluida la posibilidad que se le considere como exportación a los servicios que se le prestan a extranjeros en el país y los servicios que prestan nacionales en el extranjero. Esas dos opciones no se consideran como exportaciones, y obviamente, no es así en otros países”.

Según Fontaine, si este cambio se lograra materializar, significaría un importante desarrollo para las exportaciones de servicios del país.

Impuesto al Diesel


En cuanto a la propuesta de igualar el impuesto del diesel con el de las bencinas, es decir, subir de 1,5 UTM a 6 UTM, Fontaine asegura que esto “golpea fuertemente el transporte”, mientras que aplicar el impuesto al diesel a vehículos no particulares, es decir, industriales, “si bien no es la misma tasa, esto yo lo considero un error porque obviamente las externalidades que cubren los impuestos a los combustibles se supone que son accidentes de tránsito, contaminación y congestión y obviamente las industria no producen accidentes de tránsito y no producen congestión, solamente producen contaminación”.

Exención tributaria


Con lo que sí se mostró de acuerdo el economista de la Universidad Católica, fue con la idea de reducir la exención tributaria. “Yo no puedo estar en desacuerdo con eso. Hablan de que se podría recaudar hasta US$ 1.900 millones adicionales, me parece una muy buena noticia”. En ese contexto, Fontaine destacó que en los dos primeros años de la ex presidenta Michelle Bachelet, la tasa de evasión del IVA estaba alrededor de 8% ó 9%, y que saltó a un 18% en los dos próximos años. “A mí me parece una llamada de atención bastante grave respecto a la ineficiencia del Servicio de Impuestos Internos (SII) de ese gobierno”. Independientemente “creo que todo lo que sea combatir la evasión es una buena cosa. US$ 1.900 millones de los US$ 5.000 que se pretende recaudar es un 38% (de la recaudación final de la propuesta: US$ 5.000 millones), una cifra muy importante.

Con todo, el ex ministro aseguró que “la suma total de los damnificados (por la propuesta) son de 945 mil en sus distintas condiciones, entonces me parece que esto no ayuda mucho (…) varias de estas propuestas en el fondo son peajes al emprendimiento, y por eso es que no estoy tan de acuerdo con el título (del libro) “Tributación para el Desarrollo”.

“La recaudación tributaria aumenta con el crecimiento económico. Esta fuente de incremento es la única que se puede considerar permanente”.

Por Francisco Pérez Mackenna* (La Tercera, Domingo 14 de Abril de 2013)

La campaña electoral partió y esto ya se empieza a notar. Los temas públicos salen al estrado y nuevamente les toca a los impuestos. Todos los gobiernos, desde el retorno a la democracia, hicieron una reforma tributaria. Paradójicamente, la excepción a la regla es el actual, que hizo dos. Aunque desde los 90 la pobreza se ha reducido sustancialmente y los ingresos del Fisco han aumentado notablemente, parece que las necesidades fiscales nunca cuentan con lo suficiente.

La candidata Michelle Bachelet, a su regreso a Chile, en uno de sus primeros anuncios programáticos ha propuesto una reforma tributaria “profunda”, la que buscaría recaudar alrededor de US$ 5 mil millones para prioridades sociales dentro de las cuales destaca un mayor apoyo a la educación. El monto es ambicioso, ya que supera dos puntos del PIB, lo que se traduce en una transferencia sustancial de recursos de los ciudadanos al Estado.

Paralelamente, en el Centro de Estudios Públicos (CEP) la próxima semana se lanzará el libro “Tributación para el desarrollo”, con propuestas de, entre otros, Vittorio Corbo y José Pablo Arellano. El documento es fruto de un trabajo conjunto del CEP y Cieplan. Temas como el FUT, las exenciones, los impuestos verdes y la reducción de la evasión son analizados, estimándose también que es posible pensar en una recaudación incremental de monto similar al indicado precedentemente.

La recaudación tributaria aumenta con el crecimiento económico. Esta fuente de incremento es la única que se puede considerar permanente. Las otras: aumento de las tasas, de las glosas y los individuos afectos, o la reducción de la evasión, son limitadas y sólo producirán el efecto deseado por una vez o dentro de un rango acotado. Además, y porque tienen impacImpuestos, desigualdades y un Big Mac to sobre el crecimiento, sus efectos sobre la recaudación serán neutralizados al principio parcial y eventualmente por completo, debido al efecto negativo que tienen los tributos sobre la base sobre la cual se aplican (este principio se conoce como la curva de Laffer).

La economía desgraciadamente no siempre resulta intuitiva, y el tema de los impuestos no es la excepción. Existe en la ciencia económica una proposición conocida como el Teorema de la Imposibilidad Redistributiva de Chamley y Judd. Según este teorema, los impuestos a las rentas del capital son tan distorsionadores que la tasa óptima a cobrarle al capital es cero. Una implicancia de lo anterior es que resulta imposible gravar a las rentas del capital con impuestos, transferirles los fondos recaudados a los trabajadores y aumentarles así sus ingresos de largo plazo.

Como lo señala en un reciente artículo el economista Garret Jones: “no es difícil, no es ineficiente, no es socialmente inútil, no es inmoral: es imposible”. Al gravar los ingresos del capital y transferirles la recaudación a los trabajadores, en el largo plazo se termina con una menor base de capital. Como los trabajadores requieren de éste para hacer su trabajo, el impuesto al capital les reduce su salario. Chamley y Judd demuestran, con supuestos bastante razonables, que la caída de los salarios es mayor que la transferencia recibida, por lo que los propios trabajadores salen perdiendo.

Detrás de las propuestas de mayores tributos suelen encontrarse argumentos en pro de mayor igualdad. “Para nivelar la cancha” se suele decir. Sin embargo, la experiencia acumulada demuestra que el único camino efectivo para mejorar nuestros índices de pobreza y distribución del ingreso radica en mejorar la productividad de los menos capacitados.

Ello implica mejor educación, pero nunca al costo de reducir la tasa de inversión. ¿Dónde estamos nosotros parados comparativamente en cuanto a productividad? El profesor de Princeton, Orley Ashenfelter, presentó recientemente un interesante estudio sobre un índice de salarios reales. Lo llamó “Big Macs Por Hora” (BMPH). Los dos extremos del índice son de 3,72 para Dinamarca y de 0,17 para Pakistán. Es decir, un trabajador del McDonald’s necesita sólo 16 minutos para ganarse un Big Mac en Dinamarca y seis horas en Pakistán. En EEUU el tiempo sería de 25 minutos. ¿Cómo andamos en Chile? De acuerdo con su estudio, nosotros necesitamos 1,75 hrs., tiempo similar al de Argentina y bastante menor que el de Brasil o Colombia.

Nuestra brecha de productividad es todavía muy grande respecto de los países desarrollados. Los salarios reales sólo podrán subir establemente si esa brecha se cierra. Es por ello que una mejor educación, tanto en calidad como en cobertura, combinada con una vigorosa inversión de capital, nos asegurarán altas productividades y por ende buenos salarios. El truco está en financiar el gasto en educación sin frenar la inversión, ya que ésta es necesaria para que el trabajo pueda ser productivo.

* Gerente general de Quiñenco.

Economista Luis Felipe Lagos, de Libertad y Desarrollo: Alza impuestos afecta crecimiento, empleo y bienestar de las personas

Luis Felipe Lagos expone en Comisión de Hacienda del Senado sobre proyecto de reforma tributaria.

Aquí link de presentación completa:

http://www.lyd.com/wp-content/uploads/2012/08/CHaciendaSenado.pdf

Presidente de la comisión económica de la UDI, diputado Javier Macaya: «El Alza de Impuestos a las Empresas Tiene Impacto en la Economía y en el Empleo»

Estrategia, 27/07/2012
El presidente de la comisión económica de la UDI, diputado Javier Macaya, adelantó las indicaciones al proyecto de impuestos del Ejecutivo que serán ingresadas en los próximos días al Parlamento.

 

—¿Qué puntos se abordaron en la cita con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín?

Se analizó todo lo que ha pasado con este proyecto. Hemos estado trabajando fuertemente en los perfeccionamientos, en los denominados «loopholes» que probablemente van a ser objeto de indicaciones por parte del Ejecutivo y también se habló de la necesidad de que el proyecto logre acuerdos amplios, y que no se cree un ambiente parecido al del reajuste al salario mínimo. Es necesario que el gobierno se abra a negociar con algunos parlamentarios de la Concertación que tengan disposición de aprobar parte de esta propuesta.

—Se ha adelantado que se ingresarán indicaciones relativas al arancel cero y a los impuestos verdes…

Estoy muy de acuerdo y va en la dirección correcta. Uno debería pensar que se deben hacer ajustes (en materia de arancel cero) que vayan en relación a la gradualidad. Las críticas son porque tenemos tratados de libre comercio en vigencia y, a nuestro juicio, que Chile sea un país abierto al mundo y con un comercio exterior integrado, va en la línea correcta. Los parlamentarios de la Concertación han tenido dudas, porque asumen que esto se puede aplicar en forma inmediata, y la gradualidad puede ser un punto para llegar a acuerdos. En materia de impuestos verdes, es importante que las empresas que generan reciclaje tengan un crédito tributario.

—Se ha dicho que las medidas anti-elusión podrían afectar a las Pymes…

Concuerdo con esa visión, efectivamente las normas anti-elusión, tal como vienen redactadas en el proyecto, pueden generar una distorsión, sobre todo cuando se trata de evitar los abusos, pero no evitar que el sistema funcione. Acá se termina matando con una bomba atómica a un gorrión. Si se quiere aplicar sanciones contra los abusadores, hay que hacer el sistema focalizado y no afectar al sistema tributario en su conjunto y, desde esa perspectiva, hemos hecho propuestas en materia de retiros en exceso, en materia de reorganizaciones empresariales, entre otras.

—¿La UDI va a respaldar el alza al impuesto de primera categoría?

A estas alturas del partido, cuando estamos ad portas de que ingrese el Presupuesto 2013, uno no puede cerrarse a este artículo. El impuesto de primera categoría lo termina pagando el país y termina teniendo un impacto en el crecimiento económico y en la generación de empleo, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, pero existiendo la necesidad fiscal, nos parece que uno no se puede cerrar.

—La Concertación está reticente a la rebaja de impuestos….

Me parece mal, porque  hay rebajas como el de los impuestos a las personas, como la del crédito en educación,  que permiten descontar los gastos que la familia hace de la educación de sus hijos.

—¿Cree que el proyecto logre ser despachado en agosto?

Esperamos que esté despachado antes de ingresada la Ley de Presupuestos. Muchas personas tienen expectativas en cómo va a impactar en sus actividades, en su declaración de impuestos y en sus pagos previsionales mensuales. Se ha ido cuestionando mucho cómo van a operar retroactivamente algunas normas y es importante darle señales claras a la ciudadanía de cómo se va a terminar este tema.

Ex Ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine: «Incuestionablemente, alza de impuestos tiene un costo en términos de desestimular el ahorro y la inversión»

La Tercera,  13/05/2012 
¿El gobierno tenía margen político para evitar esta reforma tributaria o, al contrario, vio una oportunidad en ella? 
El gobierno ha reconocido que el cambio en el programa económico que involucra esta reforma es una respuesta a las protestas estudiantiles. Y yo no estoy de acuerdo con eso. Me parece que se debió evitar la utilización de un instrumento tan importante desde el punto de vista económico y social, como son los impuestos, para atender una mala coyuntura política.

¿Era innecesario meterse en la discusión o se debió abordar de otro modo?
Desde que se subieron temporalmente los impuestos para enfrentar los gastos del terremoto se produjo un cierto debate que no había estado presente, respecto de cuál es el impuesto adecuado para las empresas, y se evidenció un riesgo de desestabilización del consenso tributario que se mantuvo por 20 años. En ese contexto, era perfectamente válido que el gobierno considerara alternativas para asegurar un nuevo consenso, pero dudo que este sea el camino. Es esencial que la estructura tributaria sea percibida como estable y el gran riesgo que existe hoy es que se ha desanclado el sistema tributario. Esta reforma ojalá tuviera como resultado un nuevo anclaje razonable, pero veo que, al contrario, esta propuesta del gobierno avala la idea de que es conveniente seguir subiendo el impuesto a las empresas para diversos fines, educación u otros.

¿Cuál era el camino alternativo?
Que el gobierno planteara un proyecto atractivo de inversión en educación u otras áreas prioritarias y demostrara, a  través de una proyección convincente de las finanzas públicas, de que, para efectos de cumplir las metas del resultado fiscal estructural, era necesario hacer determinados cambios tributarios. Pero no hizo eso. Al contrario, durante 2011 sistemáticamente el ministro de Hacienda insistió en que no era necesario subir los impuestos para los proyectos de aumento de gasto. Entonces, no es claro que esta necesidad de nuevos impuestos surja de una programación de mediano plazo de la política fiscal incorporando todas las necesidades de gasto y las proyecciones de ingresos.

En resumen, le parece un proyecto mal planteado y mal justificado…
Es una fórmula que no me parece conducente a lograr un acuerdo, un consenso global respecto del sistema tributario. Podrá tener un acuerdo circunstancial a propósito de este proyecto específico, pero lo realmente relevante es que con qué tasa de impuesto deben evaluar las empresas y los inversionistas sus proyectos futuros a 5-10 años. Ya no es el 17% ni el 18,5%. ¿Será el 20%, el 25% o más? Esa es la duda que ha abierto esta discusión y el proyecto del gobierno la aviva más que cerrarla.

Además del impuesto a las empresas, ¿qué otro factor le preocupa de la reforma?
El hecho de que con este proyecto el gobierno valide la idea de que los problemas acuciantes, como los de educación, se resuelven simplemente poniendo más plata sobre la mesa. Eso es algo que nosotros siempre atacamos cuando fuimos oposición. Por lo tanto, que ahora personeros de gobierno señalen que esta reforma es un salto al desarrollo porque permite aumentar el gasto en educación, constituye un paso atrás.

¿Desestima que se requieran más recursos?
Veamos cuáles son esos cambios en educación y cuántos recursos requieren, pero no es esa la forma en que se ha enfocado esta discusión ni el proyecto tributario. De hecho, hasta hoy no hay una lista clara de las nuevas iniciativas de educación que se van a financiar con estos recursos adicionales. No excluyo la posibilidad que se requieran más recursos, pero no se ha demostrado que así sea, sino que simplemente se ha usado el tema como una suerte de eslogan. Además, todos sabemos que el dinero es fungible, de manera que si los programas de educación en marcha eran financiables con el crecimiento económico, al subir los impuestos estamos financiando otra cosa con eso y probablemente no sean iniciativas de tanta prioridad social como la educación. Podrá ser el Transantiago o el subsidio espejo a las regiones, no sé. Entonces, volvemos a lo del principio: esta reforma no está inserta en una programación fiscal completa y clara.

Ahorro e inversión

El aumento de tres puntos del impuesto a las empresas, ¿va a afectar la inversión y el crecimiento?
Incuestionablemente, esos tres puntos tienen un costo en términos de desestimular el ahorro y la inversión -particularmente de las pymes-. En principio, no parece una magnitud que vaya a provocar un gran descalabro, pero va justo en la dirección contraria de lo que se requiere, que es fomentar el ahorro. El nivel de impuestos a las empresas es una variable clave en la estrategia de crecimiento. Impuestos a la renta son peaje al emprendimiento y la innovación.

Quienes apoyan su alza señalan que la tasa en Chile es baja a nivel mundial.
Hay dos formas de mirar ese tema. Una es considerando la tasa media de impuesto, y la otra, la tasa marginal. La tasa media es cuánto pagan finalmente las empresas como porcentaje del PIB, cuál es su carga tributaria. Y en esa medición, Chile alcanza el 4,5% del PIB, lo que es definitivamente alto a nivel mundial. Los países Ocde tienen en promedio un 3,5% del PIB y superamos a países como Inglaterra, Israel, Japón, EEUU, Irlanda, Francia. etc. Esto sucede porque en Chile el impuesto a las empresas es de base muy amplia. En los países que tienen una tasa marginal más alta cuentan con muchas excepciones. En cuanto a la tasa marginal, en efecto, es relativamente baja sobre las utilidades retenidas de las empresas, pero no así  sobre las utilidades distribuidas. En ese caso quedamos en el puesto 13 -de abajo hacia arriba- entre los países Ocde, estando más arriba que República Checa, Polonia y México, entre otros.

¿Le cree al ministro de Hacienda cuando asegura que el impuesto de las empresas en 20% es intransable en el Congreso?
No puedo sino creer que esa es su intención, pero se ha desanclado la suerte de acuerdo o de consenso que había en la materia. En consecuencia, ya sea en esta instancia o en otra, ese debate va a seguir.

Pero el ministro Larroulet señaló que esta reforma no significará abrir una caja de Pandora.
Este es un mosaico ensamblado muy cuidadosamente que busca darles en el gusto un poquito a todos, y la aspiración del gobierno es que el mosaico salga lo más intacto posible de la discusión en el Congreso. Pero ni el ministro Larroulet ni el ministro Larraín pueden garantizar eso.

También algunos grandes empresarios le han dado su apoyo al proyecto, evaluando como acotado el impacto del alza del impuesto de primera categoría.
No me extraña, las grandes empresas, en general, pueden evitar el mayor costo de capital que esto produce, porque tienen acceso fácil al mercado externo, a levantar capital emitiendo acciones. Mi preocupación apunta esencialmente a las pymes. Es ese sector el que más se afecta con estas medidas.

Base devengada vs. retirada

La Concertación está pidiendo que los dueños de las empresas paguen impuestos sobre base devengada y no sólo por los retiros.
Cuando a propósito de esta discusión tributaria veo a economistas y políticos de la oposición plantear como que aquí hay una falla fundamental en nuestro sistema tributario, me llama mucho la atención, porque no los vi hacerlo cuando fueron gobierno. Eso que proponen ahora sería un desestímulo a retener utilidades en las empresas y por esa vía un desestímulo al ahorro de las empresas. En Chile, la tasa de ahorro privada es 16%. De eso, dos tercios es ahorro de las empresas y un tercio de las personas. Y ese ahorro de las empresas son precisamente las utilidades retenidas. Requerimos una tasa de ahorro privado de al menos 22% para ir a una tasa de inversión en torno a 28%.

Lo que se argumenta al respecto es que este estímulo se instauró poscrisis de los 80, cuando las empresas no podían acceder a otras fuentes de financiamiento.
He leído esa interpretación histórica de algunos economistas, pero de verdad no veo que las circunstancias hayan sido tan distintas en materia de inversión, por ejemplo. Efectivamente, este sistema se creó a principios de los 80, pero se mantuvo durante todos los 90, cuando la tasa de inversión era muy semejante a la de hoy. No vamos a lograr cruzar el umbral del desarrollo si no aumentamos drásticamente la tasa de inversión en Chile, y la única manera para eso es aumentar el ahorro. No entiendo cómo economistas serios pueden desconocer esa exigencia. Y si lo que plantean es que este sistema, vía distintas maniobras elusivas, puede estar financiando consumo, me parece una crítica válida, pero eso se resuelve con una autoridad tributaria muy acuciosa y una voluntad política de hacer los cambios requeridos para cerrar los portillos que se vayan generando, pero no destruyendo el sistema.